La productividad en el aprendizaje
over 4 years ago
Es imposible e incluso contraproducente que alguien trate de innovar una tarea mientras le pedimos que sea eficiente realizándola.
La perfección aplicada a cada tarea que realizamos tiene un coste. Esto lo podemos ver cuando el número de tareas que realizamos decrece a causa del excesivo tiempo que invertimos en optimizar el sistema.
Cuando se trata de aprendizaje la cosa se pone peor. En nuestro proceso de aprendizaje inherentemente cometemos errores. Esos errores iniciales son parte del conocimiento y el hecho de estar enfocados en el rendimiento detiene en seco nuestro clímax de aprendizaje.
¿La productividad aplicada al aprendizaje nos hace menos creativos?
Ya lo vimos con Devon Crawford. Devon nos demuestra como el proceso de aprendizaje nos sumerge en un mar de incertidumbre y con sus vídeos, desde una visión en primera persona, nos enseña cómo es la realidad si elegimos aprender algo completamente nuevo y desconocido.
De él aprendimos la teoría aplicada de ensaño y error y su tenaz determinación. Podríamos extraer, por tanto, una máxima:
En el momento de aprender con filtros reducimos el número de datos que pueden llegar a nosotros. Dentro del caos, multitud de información llegará a nosotros, alguna útil y otra no tanto y esto nos da una visión más general de lo que estamos aprendiendo.
Por último y no menos importante, nos aporta variedad de fuentes.
Además con Devon aprendimos que estamos habituados a conseguir el conocimiento desde una fuente esquematizada y presentada de una manera visual muy placentera.
¿Qué sucede cuando el conocimiento no se nos presenta de este modo?
La gran mayoría del conocimiento modernos están en las páginas web que los propios descubridores plasman en ellas. No todas las páginas web siguen una guía de estilo uniforme, tal como sí lo hacen las línea editoriales con los libros de las escuelas públicas. Por ello, vemos muchas diferencias de unas páginas a otras, unas plasma el conocimiento en bruto (sin ningún estilo de diseño) y otras con algo más de estilo.
¿Nos debería de importar tanto el estilo a la hora de aprender?
Estamos aprendiendo, los detalles visuales son menos importantes y la idea se convierte en el pilar que sostiene el aprendizaje.
Sugiero aprender a aprender con páginas de todos los estilos y todas las fuentes posibles. Quizás estes pensando que se puede estilizar todas las páginas que deseemos con herramientas como Pocket, que nos guardan las páginas y nos las presentan bajo un estilo estandarizado.
Y yo te pregunto, ¿de verdad compensa todo el tiempo que gastas en administrar toda esa lista de Pocket sólo para darte el placer de visualizar el contenido adecuadamente?
Probemos esto: Enfoquémonos en las fuentes en bruto. Sin importar la visualización. Sumerjámonos en la red de páginas, la multitud de referencias dentro de un artículo y no tengamos ningún reparo a la estética.